¿Por qué mi gato tiene miedo? ¿Cómo solucionas el problema?

¿Tu gato tiene miedo? Este comportamiento puede ser natural en algunas situaciones. Sin embargo, si se repite, puede ser el resultado de un trauma significativo. ¿Cuáles son las razones de este miedo? ¿Cómo lidiar con este problema y evitar la desviación agresiva? Nuestros especialistas en gatos te responderán.

¿Por qué mi gato tiene miedo?  ¿Cómo solucionas el problema?

¿Por qué un gato tiene miedo?

Los gatos son como nosotros; tienen diferentes personajes, sus propias personalidades y sus propios sentimientos. Conocemos a todo tipo de gatos, propietarios, extrovertidos, aventureros, amantes de los mimos, independientes, tranquilos, hiperactivos, tímidos, tímidos, bromistas, etc.

El comportamiento atemorizado en los gatos es un resultado directo de estos factores muy personales. Contrariamente a la creencia popular, no a todos los gatos les gusta vivir de forma independiente, afuera persiguiendo ratones a todas horas de la noche o compitiendo por su terreno con otros gatos del vecindario. Al contrario, algunos prefieren la tranquilidad de un hogar acogedor y reconfortante o tu presencia cerca en todo momento.

Miedo, un trauma infantil

El miedo en los gatos es un comportamiento tanto natural como independiente. Salvo, porque es un sentimiento particular que requiere una atención específica para el bienestar del animal para evitar el riesgo de derivas agresivas. Natural, porque suele tener su origen en la primera infancia del gatito. De hecho, aprende a socializar en contacto con su madre, sus hermanos y hermanas, su entorno y los seres humanos. Este aprendizaje tiene lugar desde las primeras semanas. Un gatito que muestra miedo a los machos después de las 12 semanas generalmente no ha sido socializado adecuadamente.

La madre enseña a sus crías a lidiar con el estrés e identificar riesgos. Les enseña la priorización de las fuentes de peligro para ayudarles a reconocer los sonidos que deben protegerse, como el ladrido de un perro cercano o el ruido de los coches, otros que son inofensivos, como la música o un coche. portazo. Por lo tanto, un gatito huérfano no puede tener esta enseñanza única; se vuelve más temeroso a medida que crece, porque cualquier cosa puede parecerle una fuente de peligro potencial. Este comportamiento es un sufrimiento emocional para el animal que se siente estresado y en permanente peligro. A medida que envejecen, tienden a desarrollar un carácter naturalmente ansioso que puede conducir a complicaciones médicas como trastornos digestivos,infecciones repetidas del tracto urinario o vómitos frecuentes de bolas de pelo.

Miedo como resultado de un trauma

Algunos gatos pueden haber tenido una experiencia traumática que dejará su huella. Por lo tanto, es común que un gato maltratado se vuelva temeroso, incluso hostil hacia los humanos. Es un mecanismo de defensa natural. Algunos gatos han sufrido violencia y rechazo lo que les ha llevado a desarrollar un carácter salvaje; cualquier presencia humana, por amable y dispuesta que sea, puede ser una amenaza para ellos. Entonces es muy difícil domesticar y domesticar a estos gatos tan independientes.

Algunos gatos de los refugios también son particularmente temerosos y desconfiados. Esta precaución se justifica por su pasado a veces difícil y violento, la necesidad de encontrar de repente un lugar entre otros gatos, a veces muy numerosos en el mismo espacio y de ponerse en contacto con humanos desconocidos. Una vez adoptados, estos gatos pueden necesitar más tiempo para aclimatarse a un nuevo entorno.

¿Cómo detectar comportamientos miedosos en gatos?

Es importante encontrar una solución al comportamiento temeroso de su gato. Sin embargo, antes de actuar, asegúrate de antemano de que efectivamente se trata de un miedo y no de otro trastorno. De hecho, algunos gatos se aíslan, tienen miedo o son agresivos cuando tienen dolor, cuando están heridos o cuando están enfermos. En caso de duda, consulte a su veterinario.

El comportamiento atemorizado en los gatos se manifiesta de varias formas.

  • El gato miedoso se esconde: se refugia en lugares donde se siente seguro e inalcanzable, como debajo de las camas, alacenas, encimeras de muebles altos, etc.
  • El gato temeroso puede escupir o gruñir cuando te acerques o cerca de cualquier cosa que pueda identificar como una amenaza.
  • El gato temeroso puede tener un pelaje puntiagudo y una postura defensiva. De cara al suelo y con las pupilas dilatadas, está dispuesto a huir en cualquier momento.
  • El gato temeroso tiende a saltar ante el menor ruido, incluso el más inocuo.
  • El gato temeroso está estresado y puede sudar. Esta sudoración se observa a nivel de las almohadillas que dejan un rastro húmedo en el suelo cuando se mueve.

¿Qué se puede hacer para solucionar este problema?

Para ayudar a tu gato a tener menos miedo, es necesario que adopte los gestos correctos destinados a tranquilizarlo y evitar cualquier situación que pueda ser fuente de estrés.

Las actitudes correctas

  • No invadas la privacidad de tu mascota. Déjelo en paz cuando quiera. No lo molestes cuando duerme, a riesgo de estresarlo. No lo obligues a quedarse en tus brazos o cerca de ti, no lo fuerces a salir de su escondite, no lo obligues a comer. Escúchalo y no vayas en contra de lo que quiere. Forzarlo lo estresa y aumenta su miedo; entonces te conviertes en una fuente de miedo y tus relaciones sufren aún más. Dale a tu gato tiempo para adaptarse, ganar confianza y tomar la iniciativa en contacto.
  • Si está buscando su toque, suba al plato. Su gran tamaño intimida a un gato naturalmente temeroso. Aléjese de él y agáchese. No lo mires directamente a los ojos para no asustarlo y espera a que se acerque tranquilamente sin hacer un gesto brusco. Si no funciona la primera vez, comience de nuevo más tarde y déle tiempo para aclimatarse.
  • No mires a tu mascota a los ojos. Un gato temeroso percibirá esto como un desafío que solo lo intimidará. Acércate lentamente, fingiendo mirar a otra persona que no sea él mismo, como si no importara. Su gato se sentirá menos observado y se relajará gradualmente. También puede mirarlo un poco, parpadear y apartar la mirada; En lenguaje felino, esto significa que eres su amigo y que no tiene nada que temer de ti.
  • Sea paciente ! Es la clave del éxito. Nunca fuerces a tu mascota ni le pidas más de lo que está dispuesto a darte. La actitud adecuada le dará confianza, verá con el tiempo que no eres un peligro y que su entorno en la casa es seguro. El progreso será visible a medida que avanza, pero repítase a sí mismo que algunos gatos traumatizados tardan mucho en ganar confianza. No se apresure apresurando las cosas a riesgo de destruir todo el progreso realizado.

Los gestos correctos

  • Juega con tu gato. El juego permite al gato temeroso olvidar sus ansiedades y dejarse llevar. Estimule sus instintos de caza con un juego que le guste y dele algo de tiempo cada día. Esta actividad lo tranquilizará y fortalecerá sus vínculos.
  • Recompénselo con comida. No dude en recompensar el progreso de su gato con una comida agradable, como golosinas. Elígelos de calidad y no te excedas para no llevar al sobrepeso del animal. Esta recompensa le permite ver su progreso y asociar su presencia con una comida agradable.

Bienvenido a casa, un gato temeroso

Para que un gato se sienta bien, necesita tener confianza. Cuando llega a tu casa, siente un verdadero shock. Su entorno ya no es el mismo, pierde su rumbo en cuanto a olores y ruidos, ya no se encuentra con los mismos gatos ni con los mismos humanos. Un gato temeroso tendrá más dificultades para aclimatarse que otro.

  • Prepare un espacio cómodo, acogedor y agradable para que descanse alejado del ruido de la casa. Este lugar debe poder ser un refugio dedicado. Coloque su canasta, tazones y basura allí (lejos). Déle tiempo para que gane confianza y no busque solicitarlo. Él mismo tomará la iniciativa de salir cuando se sienta capaz.
  • Cuando su gato temeroso esté fuera de su refugio, preséntelo a los miembros de la familia uno por uno. Esto le permitirá acostumbrarse tranquilamente a los olores y voces de cada persona. No busques su afecto si no está dispuesto a ofrecértelo. Espere a que venga solo para captar su contacto.
  • Si tu gato tiene miedo, no dudes en establecer un horario para la comida, el juego y la higiene. Esta rutina lo tranquilizará, ya que los gatos son sensibles a los cambios.
  • A la menor señal de un ataque de ansiedad, saque a relucir el origen de su miedo (animal, objeto o persona) y déjelo refugiarse donde desee.

Terapia, una solución a menudo útil

Si no ves ningún progreso a pesar de estos métodos, es posible que el miedo de tu gato se explique por un trauma violento que aún está muy profundo dentro de él. Al consultar a un especialista en comportamiento felino, puede ayudarlo a estar realmente más relajado y seguro. Puede recetarle suplementos alimenticios o fármacos psicotrópicos para calmarlo de forma duradera.

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