Perro mayor: ¿cuáles son los signos de que mi perro está envejeciendo?

Como en cualquier ser vivo, el envejecimiento del perro va acompañado de cambios físicos y en ocasiones de comportamiento. La aparición de signos de la vejez varía por supuesto entre perros y especialmente según su raza y tamaño, ya que los perros grandes viven más cortos que los pequeños. Estos son los principales signos del envejecimiento que puede detectar en su perro.

Perro mayor: ¿cuáles son los signos de que mi perro está envejeciendo?

¿A qué edad consideras que un perro es mayor?

Un perro se considera viejo en proporción a su esperanza de vida. Por lo tanto, es probable que los primeros signos de la vejez aparezcan alrededor de los 9 años para perros pequeños, 8 años para perros medianos y 6 años para perros grandes. Este umbral más allá del cual comienza a sentirse el envejecimiento del animal se llama umbral de senescencia. A continuación, podemos observar diversos cambios fisiológicos (canas, dificultad para moverse, alteraciones de los sentidos ...) y psicológicos (senilidad, ansiedad, incontinencia ...).

Obviamente, el proceso de envejecimiento en perros no va a suceder de la noche a la mañana, ¡afortunadamente lleva varios años! Sin embargo, es importante saber reconocer los signos con el fin de adecuar su estilo de vida, dieta y cuidados a brindar con el fin de apoyarlo lo mejor posible en su vejez.

Signos físicos del envejecimiento en perros

Prestar atención a los síntomas del envejecimiento en su perro lo mantendrá sano por más tiempo. Para ello, podemos observar varias señales que son relativamente fáciles de tener en cuenta:

  • un aspecto general más apagado, observándose principalmente a nivel de los pelos: aparición de pelos grises o blancos, pérdida de pelos en algunas partes, pelaje menos grueso y menos brillante.
  • problemas de visión: los perros mayores tienden a perder la vista, lo que puede provocar ceguera en caso de cataratas; entonces se observa una opacidad del cristalino y el animal puede parecer cada vez más desorientado en su entorno, chocando contra sí mismo mientras se mueve porque se vuelve deficiente visual.
  • discapacidad auditiva que puede llegar hasta la sordera avanzada: sucede que el perro ya no responde a las llamadas, tiene reacciones de sorpresa porque no te oye venir, etc.
  • pérdida de peso posiblemente acompañada de pérdida de apetito: como los ancianos, los perros mayores pueden mostrar menos interés en la comida, ser más exigentes y tener problemas para comer; a la inversa, puede aumentar de peso si su dieta ya no es adecuada.
  • trastornos digestivos e intestinales, insuficiencia renal: se pueden observar diarrea y vómitos, estreñimiento, incontinencia (a veces por senilidad), deshidratación, aumento de la sed o por el contrario negativa a beber y / o s 'Alimentar en caso de insuficiencia renal.
  • de diabetes: cualquier perro que haya superado el umbral de la vejez debe ser controlado por el veterinario en busca de diabetes, en caso de pérdida de peso y aumento de la sed con o sin pérdida de apetito.
  • peor forma general: falta de vitalidad, dificultad para realizar esfuerzos, dificultad para respirar, fatiga, disminución de la motivación para jugar y salir, pérdida de la motricidad, rigidez, artrosis, largas horas de sueño ...

Signos psicológicos del envejecimiento en perros

Van necesariamente de la mano de las dificultades físicas y el cansancio que siente el perro. Entonces puede mostrar menos entusiasmo por sus actividades que antes eran favoritas, responder menos a sus peticiones, parecer desorientado en ciertos lugares incluso conocidos, desear paz o incluso aislamiento, volverse hogareño o malhumorado, mostrar signos de depresión. Algunos o todos estos síntomas pueden o no estar relacionados con lo que se llama senilidad canina, una degeneración causada por la degradación gradual del tejido cerebral.

El perro con senilidad puede ladrar o gemir sin motivo aparente, a veces de manera inadvertida, experimentar desorientación en el espacio, dejar de soportar la soledad y sentir angustia que puede llevarlo a hacer tonterías en ausencia de su profesores: defecar en interiores, comportarse destructivamente en la casa, acostarse en camas, entrar en habitaciones que siempre les han estado prohibidas ... Estos signos que recuerdan a la ansiedad por separación pueden ocurrir cuando no lo había sufrido antes.

¿Qué puedo hacer para ayudar y acompañar a mi perro viejo?

Para calmar al perro anciano en este nuevo período de su vida, primero es necesario proporcionarle un tiempo más tranquilo y un lugar cómodo lejos de las fuentes de agitación. Podemos ofrecerle una canasta más grande donde pueda acostarse a pesar del dolor, un cojín más grueso, una manta ... En general, tendremos cuidado de no molestarlo ni solicitarle más de lo que necesita. es necesario, estando presente y benevolente con él. No hace falta decir que se recomienda reducir la frecuencia y duración de las caminatas si parece que ya no las disfruta como antes.

Se debe tener especial cuidado por su bienestar y su salud: no lo haga correr, evite que suba y baje escaleras, controlando regularmente el estado de sus ojos, orejas, cabello, cabello. examinar si hay tumores o cualquier crecimiento anormal ... En resumen, se debe aumentar la frecuencia de la higiene y vigilancia de rutina, así como las visitas al veterinario. Se recomiendan de dos a tres consultas al año, incluidas dos revisiones de salud completas (frente a una revisión anual en perros no mayores). Estos chequeos permitirán detectar cualquier anomalía o patología emergente, con el fin de atenderlos con la mayor rapidez posible y así mejorar el confort y la esperanza de vida de su acompañante.

Ciertas medicinas alternativas también pueden aportar bienestar a los perros que envejecen: homeopatía, fitoterapia, osteopatía, etc. Consulte a su veterinario si tiene la más mínima duda sobre el estado de salud de su animal y obtenga consejos sobre los aspectos a adaptar: cuidados, alimentación, complementos, medicación ...

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