Coprofagia en perros: ¿por que mi perro se come su caca?

¿Notas que tu mascota come sus excrementos o los de otros animales cuando camina? Este comportamiento, llamado coprofagia, es un trastorno particular que afecta a muchos perros. Ya sea alimenticio, médico o conductual, es recomendable remediarlo antes de permitir que este mal hábito se arraigue y corra el riesgo de infectar a tu perro. Descubra por qué su mascota tiene coprofagia y cómo puede superarla.

Coprofagia en perros: ¿por que mi perro se come su caca?

Coprofagia en perros: ¿que es?

La coprofagia es una práctica que habilita al perro que come sus excrementos o los de otros perros o animales. Si este comportamiento puede ser sorprendente, desafortunadamente parece más común de lo que pensamos, con casi un perro afectado de cada 400 individuos.

La coprofagia es un comportamiento que, sin embargo, no es normal en perros adultos. Cuando ocurre repetidamente, puede ser una manifestación de alteraciones del comportamiento o problemas médicos. Sin embargo, tenga en cuenta que la coprofagia no es motivo de preocupación en la perra durante las primeras semanas de vida de sus crías, así como en las últimas. De hecho, la madre lame el perineo de los cachorros para ayudarlos con sus necesidades e ingiere sus excrementos para mantener limpia la zona de dormir. En cuanto a los cachorros, pueden comerse sus heces en sus primeras semanas, ya que experimentan el mundo principalmente a través de la boca y la ingestión. Este hábito desaparece rápidamente a medida que envejece.

¿Cuáles son los riesgos de la coprofagia?

En perros adultos que practican la coprofagia, este comportamiento puede tener consecuencias más o menos importantes. El perro tiene mal aliento en particular debido a las sustancias ingeridas. Desafortunadamente, el riesgo no termina ahí, ya que los perros pueden infectarse con bacterias, parásitos, virus u hongos presentes en las heces ingeridas. Esta práctica puede infectar a un animal sano, especialmente con enfermedades como la giardiasis, un parásito presente en los intestinos de otro animal infectado y expulsado en sus excrementos antes de infectar a un nuevo individuo.

Dependiendo del agente contaminante, las consecuencias serán más o menos visibles en el perro adulto sano. Por otro lado, en cachorros, perros ancianos o perros frágiles, las consecuencias pueden ser más graves.

¿Cuáles son las causas de la coprofagia?

La coprofagia puede tener varias causas. Es importante identificar el origen del trastorno para remediarlo de forma eficaz.

Causas médicas

Hablamos de causa médica cuando un perro ingiere un excremento que considera comestible. Estos excrementos suelen contener nutrientes que fueron mal digeridos por el animal que los liberó. Esta mala digestión tiene entonces varios orígenes médicos que conducen a un comportamiento de coprofagia.

  • Un problema intestinal o gástrico: la inflamación crónica de los intestinos y el estómago puede perturbar la digestión y promover la coprofagia.
  • Parásitos intestinales: ciertos parásitos presentes en los intestinos del perro pueden prevenir la absorción de los nutrientes de los alimentos. Estos luego se eliminan directamente a través de las heces.
  • Deficiencia enzimática: algunas razas de perros tienen una mala digestibilidad del almidón debido a la falta de una enzima, amilasa. Las croquetas de mala calidad están demasiado cargadas de almidón; este último luego se rechaza en las heces que luego se vuelven más apetitosas.
  • Déficit pancreático: los perros con insuficiencia pancreática producen excrementos cargados de muchos nutrientes y grasas. Por lo tanto, también siguen siendo apetecibles para un perro.

Causas alimentarias

Una dieta pobre o una dieta baja a menudo son difíciles de digerir bien para el perro. Lo mismo ocurre con un perro que come demasiado o demasiado rápido. En sus heces, el animal evacua así una buena cantidad de nutrientes sin poder absorberlos. Las deposiciones emitidas son, por tanto, apetecibles para el perro, que las ingiere cuando tiene hambre.

Causas conductuales

La coprofagia también puede deberse a alteraciones del comportamiento.

  • Depresión involutiva: sucede que algunos perros mayores de repente se comportan como cachorros, como un regreso a la infancia. Estos perros de repente se ensucian y comen cualquier cosa que haya debajo de sus narices, incluidos sus excrementos.
  • Afecto más profundo: la ansiedad intensa, las enfermedades hormonales, el hipotiroidismo o el tumor cerebral también pueden provocar un comportamiento coprofágico.
  • Un trastorno del desarrollo: algunos perros no adquieren los filtros y el autocontrol que deben aprender antes de los 4 meses. Si se separaron de su madre muy temprano o si la madre era inmadura, el aprendizaje a menudo falla. Estos animales se vuelven hipersensibles e hiperactivos. Se emocionan muy rápidamente y padecen TOC, incluido un comportamiento codicioso que los impulsa a devorar las heces que encuentran.
  • Estrés y aburrimiento: un animal que está aburrido o que se siente estresado buscará llamar su atención, especialmente comiendo su caca.
  • Instinto: algunas razas de perros han mantenido en sus genes la costumbre de sus ancestros de comerse los intestinos de sus presas para beneficiarse de su valor nutricional. Este hábito se ha trasladado a los excrementos, lo que significa que algunos perros consumen regularmente sus heces, las de otros congéneres, otras especies animales y también los humanos.
  • Miedo al castigo: un perro que ya ha sido regañado por un "pequeño accidente" tenderá a comerse sus excrementos para esconderlos de su amo y evitar más castigos.
  • Falta de espacio: si tu mascota vive en un espacio pequeño, demasiado pequeño para su comodidad, puede comerse sus excrementos para evitar que ensucien su espacio para dormir o la casa.
  • El juego: tu perro puede divertirse comiendo su caca para actuar antes que tú. De hecho, percibe el hecho de coleccionarlos como una competencia y por eso intenta ser más rápido que tú ingiriéndolos.

¿Qué se puede hacer para detener este comportamiento?

Antes de derivarlo a tratamiento, el veterinario buscará identificar el origen de la coprofagia de su perro.

Un origen médico

Si la causa es médica, el veterinario prescribirá un tratamiento para remediarla de forma eficaz. Puede ser un desparasitante si la causa es un parásito interno o un suplemento enzimático si el trastorno es de origen pancreático. Para la inflamación crónica de los intestinos o el estómago, será necesario un tratamiento antiinflamatorio.

Origen alimentario

Cuando la comida es un problema, es recomendable cambiarla por alimentos de mejor calidad, más equilibrados y más digeribles. No realice un cambio repentino, sino una transición gradual y suave para no causar más perturbaciones.

Si su mascota se comporta como un glotón, reduzca su ración a una cantidad razonable y aliméntela en pequeñas porciones para ayudarlo a comer más lentamente y digerir mejor.

Un origen conductual

Para remediar los trastornos del comportamiento, será necesario un tratamiento farmacológico además de la terapia del comportamiento. La terapia ayudará a comprender el origen del trastorno y a remediarlo de manera efectiva con la ayuda de soluciones adecuadas.

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