Adoptar un perro adulto de un refugio: consejos para una recepción exitosa

Algunas personas piensan que adoptar un perro adulto de un refugio no es una buena idea, ya que será difícil reeducarlo y no se garantiza que pueda adaptarse a su nueva vida. .

Sin embargo, además de hacer una buena acción al llevar un animal maduro, este gesto tiene muchas ventajas y las adopciones en general van muy bien. Sin embargo, se deben observar una cierta cantidad de consejos y precauciones para que su llegada sea lo más exitosa posible.

Adoptar un perro adulto de un refugio: nuestro consejo para una acogida exitosa

Piensa bien y prepara todo antes de adoptar al perro

No importa de dónde venga, adoptar un nuevo animal no es una decisión que deba tomarse a la ligera. De hecho, dar la bienvenida a un perro a su hogar tiene muchas implicaciones y es importante comprender el impacto que esto puede tener en su presupuesto y su estilo de vida. Por tanto, es necesario prever las consecuencias relativas a la adopción y empezar teniendo en cuenta todos los costes incurridos: costes veterinarios, alimentación, posibles costes de cuidados, seguro específico para el perro ...

Asegúrate de tener suficiente tiempo para cuidar a tu futuro compañero (juegos, salidas diarias, educación). Además, la decisión de adoptar un animal debe tomarse absolutamente en consulta con los demás miembros del hogar o del hogar.

Todos juntos, hágase las preguntas adecuadas: ¿su alojamiento es adecuado para recibir a un perro? ¿Tiene un jardín, o en su defecto, un lugar para caminar cerca? ¿Qué tipo de perro estás buscando y qué temperamento se adaptaría mejor a tu estilo de vida? ¿Qué esperas de la relación con este futuro compañero y en qué medida cada uno está dispuesto a invertir en cuidarlo? ¿Dónde y quién lo guardará? etc ...

Comprender los pros y los contras de adoptar un perro de refugio

La adopción de un perro adulto conlleva "riesgos", y este es el principal inconveniente. Sin embargo, cada una de estas desventajas se puede contrarrestar con una ventaja: ¿cree que un animal adulto tiene un carácter bien desarrollado y será difícil de "modelar"? Esto es cierto, pero a cambio tendrás la oportunidad de identificar su temperamento desde el primer encuentro.

¿Crees que no tendrás el placer de educarlo de la forma que quieres? Sí, seguramente habrá concesiones que hacer, pero por otro lado adoptas (en principio) un animal ya limpio y más tranquilo que un cachorro. El peor concepto erróneo sobre los perros adultos es que debe haber "motivos" para abandonarlos, porque tienen un carácter difícil, mal comportamiento, etc.

Por eso tendemos a pensar que será imposible (re) educarlos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos perros no son más problemáticos que otros e implicarán ajustes mínimos y dificultades temporales a menudo asociadas con un período de adaptación. Por último, un perro adulto tiene su tamaño final, lo que representa una ventaja significativa a la hora de elegirlo sin riesgo de ser sorprendido.

¿Cómo tomar una decisión el día de la adopción?

No hace falta decir que las adopciones son populares. Sin embargo, hay algunos puntos a observar para darte cuenta de qué tipo de animal tienes frente a ti. Tómate tu tiempo y presta atención a las actitudes de todos. Estar acompañado por un empleado del refugio que conozca bien a los residentes y pueda responder todas sus preguntas. Infórmate de cada animal que te pueda interesar: causas de abandono, historial médico, su pasado si se conoce.

Tenga en cuenta que un perro que ha sufrido un trauma o abuso puede ser un problema mayor que otro, pero eso no es todo. Evaluar tu temperamento lo mejor posible (temeroso, sociable, juguetón, reservado ...) es fundamental antes de tomar una decisión. No se parta por capricho y pida encontrarse con el animal fuera de su caja, para llevarlo a dar un paseo. Comprueba si es receptivo a su nombre, si parece obediente, cariñoso ... Y por supuesto, aprovecha para ver si la corriente pasa entre vosotros así como con los miembros de tu familia.

Sentando las bases para una nueva relación equilibrada

Una vez en casa, los reflejos a tener son los mismos que con un cachorro. Asegúrese de preparar un pequeño rincón antes de su llegada con su canasta y sus pertenencias (cuencos, juguetes) y déle tiempo para explorar la casa a su propio ritmo. Sea paciente y evite las reprimendas al principio, ya que su pasado no es necesariamente muy conocido y puede tener reacciones de miedo o estrés.

Sin embargo, ten claro las reglas que quieres inculcarle, por ejemplo el hecho de no subirse a las camas o sofás si no quieres que lo haga. Acuerde con todos los miembros del hogar para evitar cualquier inconsistencia en estas reglas. Pruebe su limpieza sacándola primero con mucha regularidad y luego separando las salidas poco a poco.

Haga lo mismo con sus propias salidas para probar gradualmente su relación con la soledad. De hecho, algunos perros que han sufrido un abandono pueden sufrir el síndrome de separación. Si tienes otros animales, no los dejes de lado tras la llegada de tu nuevo compañero, podría crear rivalidades.

Por último, concertar cita con tu veterinario habitual para una visita de presentación y tramitar cualquier trámite: ficha sanitaria, vacunas, instalación o actualización del chip ... También se hace un chequeo médico completo realizado en esta ocasión muy recomendado.

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