Semillas germinadas: fuente de vitaminas en invierno

Con los sucesivos meses de invierno, la variedad de verduras ricas en vitaminas y minerales disminuye y algunos somos menos aficionados a los que vuelven cada semana a nuestros puestos del mercado. Entonces, ¿por qué no compensar empezando a germinar semillas? La oferta es variada, fresca, sana y económica.

como germinar tus semillas

¿Qué semillas germinar?

A simple vista, las semillas germinadas suelen tener un lado crujiente, fresco, picante según las semillas, y sobre todo son ricas en vitaminas A, B2, B3, B12, C, D, E, K, pero más especialmente en vitamina C. Se produce una predigestión de almidón, proteínas, carbohidratos y lípidos, lo que permite la liberación de minerales y aminoácidos esenciales asimilables. Tenga cuidado, sin embargo, de no empezar a germinar semillas, algunas son tóxicas: este es más concretamente el caso de las solanáceas (tomate, berenjena, pimiento, pimiento, etc.) Vaya a una tienda orgánica, siempre bien surtida, y en su lugar recurra a:

  • La alfalfa o la alfalfa y el trébol crecen muy fácilmente en 3 a 4 días: ¡puedes comenzar esta siembra con tus hijos!
  • el brócoli, el repollo, el rábano, la mostaza, la rúcula, son más picantes, pero al igual que las semillas anteriores, ofrecen brotes con hojas que son fuentes de vitaminas, minerales e importante fibra.
  • el trigo sarraceno, la avena, la cebada, el arroz, el mijo, como cereales, proporcionan fibra valiosa. Germinan rápidamente y sin preocupaciones al igual que la quinua o el amaranto.
  • guisantes, lentejas, judías germinadas, de sabor suave, te aportarán las proteínas de las legumbres, en pocos días. No se equivoque: ¡los "brotes de soja" son en realidad semillas de frijol mungo!

Algunas semillas son mucilaginosas, es decir que una sustancia pegajosa las recubre cuando germinan. Para mitigar esto, es recomendable mezclarlos con otras semillas. Este es el caso, en particular, de las semillas de berros, rúcula, mostaza, lino, chía.

¿Cómo germinar tus semillas?

Para germinar, las semillas necesitan humedad, calor y luz, pero todo debe estar bien equilibrado. Por ejemplo, demasiada luz directa hará que los brotes se pongan verdes demasiado rápido y les den un sabor amargo debido al exceso de clorofila. Bastará con colocar sólo unas horas las semillas germinadas que hacen brotes y hojas para que reverdezcan sin demora.

La humedad no debe rimar con agua estancada; de lo contrario, corre el riesgo de promover el desarrollo de bacterias. Para evitar esto, deberá enjuagar y escurrir las semillas dos veces al día en agua del grifo. En cuanto a la temperatura, la de tu cocina estará bien, normalmente.

Puede usar un germinador, pero comience ya con un frasco simple:

  • Pon tus semillas a remojar en agua del grifo durante la noche,
  • a la mañana siguiente, escúrrelas, enjuágalas y déjalas en el fondo del frasco que cubrirás con una gasa o estopilla para evitar que entren polvo o insectos,
  • enjuagar y escurrir las semillas dos veces al día,
  • tan pronto como las semillas hayan germinado, puedes comerlas; si desea mantenerlos en el refrigerador durante unos días, coloque la tapa hermética en el frasco.

semillas germinadas en un sándwich

¿Cómo consumir sus semillas germinadas?

Para disfrutar de los beneficios de las semillas germinadas, deben comerse crudas. Por lo general, las semillas germinadas se agregan a las ensaladas, que hacen muy bien. Los brotes más calientes se utilizan como condimento para condimentar un plato de verduras pequeñas, un plato de sopa, un queso crema o un sándwich.

¡Y además, le dan un bonito toque final estético a tus platos!

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