Leishmaniasis en perros: síntomas, tratamiento y prevención

La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria crónica grave y poco conocida; transmitida por el flebótomos, un insecto que pica que recuerda al mosquito, sigue siendo raro en los gatos pero afecta cada vez a más especies como perros, humanos y animales salvajes: zorros, conejos ...

Las zonas de riesgo de leishmaniasis canina son el sur de Francia y las demás regiones mediterráneas (Italia, España, Portugal, Grecia). En Francia, las regiones más afectadas son Provenza-Alpes-Costa Azul, Languedoc Rosellón, Midi-Pyrénées y Córcega. El afecto también migra hacia el valle del Ródano y los valles del suroeste.

El mosquito vector de la enfermedad abunda de abril a octubre y se alimenta de la sangre de animales y humanos. Una vez contraída la enfermedad, hay una evolución más o menos rápida de los síntomas cutáneos.

Leishmaniasis en perros

¿Cómo se transmite la leishmaniasis?

La transmisión de la leishmaniasis en perros es principalmente a través de la picadura del insecto portador, pero también es posible la contaminación entre perros. Una perra también puede transmitir el parásito a su alcance. Como ocurre con el mosquito, es la mosca de la arena hembra, activa por la tarde y por la noche, la que pica y así transmite la enfermedad.

Las áreas de predilección del flebótomos son la cabeza y las extremidades (patas, hocico, oreja). Una vez instalado, el parásito se disemina en las células del perro, llegando a los órganos y atacando el sistema inmunológico. No todos los perros mordidos contraen la enfermedad, pero los individuos débiles y algunas razas tienen más riesgo.

¿Cuáles son los síntomas de la leishmaniasis?

Los signos clínicos de la leishmaniasis canina son diversos, a menudo pueden ser lesiones cutáneas ulcerativas en nariz y ojos, dermatitis (piel seca), depilación con formación de costras y escamas (caspa). Observamos una pérdida de peso paulatina sin pérdida de apetito, hemorragias nasales, crecimiento excesivo de las garras y en ocasiones fiebre.

El perro también puede sufrir agrandamiento de los ganglios linfáticos y ciertos órganos (hígado, bazo). Los riñones pueden dañarse y causar daños graves y, a menudo, irreversibles (insuficiencia renal). La inflamación de las estructuras del ojo, que resulta en conjuntivitis (ojo rojo, dolorido con secreción) y cojera son otros síntomas de la leishmaniasis. Dependiendo del curso de la enfermedad, el estado general del perro puede deteriorarse rápidamente y la muerte es inevitable a largo o corto plazo.

¿Qué tratamiento para la leishmaniasis canina?

Si la leishmaniasis es incurable, porque nada hasta la fecha ha permitido erradicar todos los parásitos presentes en el cuerpo, el tratamiento por inyección combinado con medicación oral es posible. Estos tratamientos permiten reducir los síntomas pero la afección es inevitablemente crónica y siempre pueden ocurrir recaídas. Antes incluso de plantearse dicha terapia, el veterinario deberá diagnosticar la enfermedad mediante diversas exploraciones (análisis de sangre, muestra de médula ósea ...) y, dependiendo de su evolución, comentará con usted la relevancia o no de iniciar el procesamiento.

Este manejo es pesado y costoso, y el monitoreo clínico regular es esencial para monitorear el desarrollo de leishmaniasis (ver expediente sobre seguros para perros). Desafortunadamente, la mayoría de los casos de leishmaniasis resultan en la necesaria eutanasia del animal, si la insuficiencia renal es severa y el daño a los órganos internos es demasiado importante. Por tanto, es mejor prevenir que (intentar) curar ...

¿Qué prevención contra la leishmaniasis canina?

Existe una vacuna contra la leishmaniasis que, sin embargo, no brinda protección al 100% y debe complementarse con medidas preventivas para reducir el riesgo de picaduras. Por ejemplo, aplique repelentes como mosquitos o insecticidas, no saque a su perro por la tarde o por la noche durante periodos de actividad de flebótomos, ni en lugares húmedos o cerca de muros de piedra seca (encuentran refugio en los intersticios de la piedra), coloque mosquiteras para limitar la entrada de insectos a la casa ...

Pídele consejo a tu veterinario, quien podrá brindarte información sobre las diferentes soluciones insecticidas y determinar qué molécula será la más adecuada para tu animal según su estilo de vida y el riesgo de exposición. También se debe abordar el tema de la vacuna, para que el veterinario decida sobre la necesidad o no de practicarla. Es fundamental tomar las precauciones mencionadas anteriormente, incluso si su perro está vacunado.

Crédito de la foto: Secretaría Municipal de Saúde de Porto Alegre

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