Rotación de cultivos: la regla del huerto exitoso

La rotación de cultivos es, en cierto modo, la regla de vida en el huerto. Consiste en no cultivar dos años seguidos, dos plantas de la misma familia en el mismo terreno. ¿Por qué es esto tan importante? La explicación radica en dos motivos, uno es una cuestión de salud, el otro de nutrición.

La rotación de cultivos

Por la salud de tus plantas

Como sabemos, cada planta tiene sus parásitos, o más bien cada parásito tiene sus huéspedes preferidos. No contentos con ser verdaderas imperfecciones para el jardinero, los parásitos también son tenaces e inteligentes. Ya sean hongos, bacterias o virus, estos pequeños organismos suelen acampar en el suelo hasta el año siguiente, atentos a la llegada de un nuevo cultivo en el que alojarse. Si encuentran la planta esperada, volverán a proliferar y las consecuencias de la enfermedad serán cada vez más graves de año en año. La rotación de cultivos es una forma de expulsar a estas personas no deseadas, creando una discontinuidad en su ciclo de vida.

Para la nutrición de tus plantas

También es un hecho, no cada verdura consume los mismos elementos en las mismas proporciones. Además, no todos tienen el mismo sistema de raíces y, por lo tanto, no extraerán los elementos que necesitan desde la misma profundidad. Por lo tanto, cultivar el mismo vegetal en el mismo lugar puede provocar el agotamiento de algunos elementos del suelo. Con el tiempo esto terminaría creando un desequilibrio en el suelo que luego se volvería de mala calidad. Por tanto, es necesario evitar hacer plantas sucesivas que tengan las mismas necesidades y el mismo sistema radicular.

Se deben tener en cuenta varios elementos al establecer un ciclo cultural. En primer lugar, debe saber que todas las plantas, incluidas las verduras, dejan toxinas en el suelo después de su paso que pueden ser perjudiciales para algunas plantas. Pero lo contrario también es cierto, algunas plantas proporcionan al suelo elementos que necesitan otras verduras. Las legumbres, por ejemplo, enriquecen el suelo con nitrógeno.

El ciclo de rotación ideal

  1. Legumbres (frijoles, habas, guisantes)
  2. Liliáceas (ajo, cebolla, chalota ...)
  3. Solanaceae (patatas, tomates)
  4. Brassicaceae (repollo, zanahorias, etc.)
  5. Cucurbitáceas (melón, calabaza, pepinos ...)
  6. … Y el ciclo se reanuda….

Para garantizar una buena rotación de cultivos mientras se disfruta de una huerta variada, lo ideal es por tanto dividir su huerta en 6 parcelas y rotar los cultivos de una parcela a otra, de un año a otro. Una de estas parcelas está reservada para barbecho, de modo que cada cinco años tu tierra tiene un año libre para recuperar todo su vigor.

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