La mantis religiosa, un insecto grande y nada malo

La mantis religiosa, un insecto grande y nada malo

La mantis religiosa es mejor conocida por su reputación como devoradora masculina después del apareamiento. Pero tenga la seguridad de que, a pesar de su gran tamaño, este insecto originario de la cuenca mediterránea, no es una de las plagas del jardín.

La mantis religiosa, cédula de identidad

La mantis religiosa (Mantis religiosa) pertenece al orden de los mantoptera (Mantodea): es un insecto diurno de color verde, marrón o incluso beige, que mide de 6 a 8 centímetros de largo (el macho es más pequeño que la hembra de 2 a 3 cm) con la particularidad de tener largas patas dobladas provistas de púas o garras, como si estuviera rezando, lo que explica su nombre. Sus patas pueden desplegarse de forma muy repentina y rápida para capturar una presa, lo que explica por qué se les llama "captores", pero en realidad caza principalmente al acecho. Afortunadamente, tiene este atributo porque de lo contrario, la hembra, que lleva una gran cantidad de huevos, vuela bastante mal, lo que limita su perímetro de movimiento, a pesar de tener alas bastante poderosas. Tiene seis patas y cuatro alas en total.

Tiene dos ojos grandes, anchos y facetados y tres ojos únicos, llamados ocelos, lo que le da un ángulo de visión muy amplio, especialmente porque puede girar la cabeza, lo que no es común en los insectos. Sus antenas lo dotan de un sentido auditivo gracias a la sensilla que contienen las cuales detectan las vibraciones del aire cuando un insecto vuela cerca. Cada una de sus patas delanteras tiene un parche negro en el lado interno.

El apareamiento tiene lugar a finales del verano, entre agosto y octubre. Y, desafortunadamente, ¡puede suceder que la hembra devore al macho porque ya no tiene ninguna utilidad en la crianza de las crías por venir! Alrededor de 200 a 400 huevos se ponen antes de fin de año en una especie de estructura laminar, llamada ooteca, que ha secretado la mantis religiosa. Entonces la mantis religiosa sale y no hiberna. ¡Es en la primavera cuando las larvas que se alimentan de mosquitos y jejenes emergerán y se liberarán de su membrana protectora para mudar en una mantis religiosa adulta después de seis metamorfosis en promedio! Cuidado porque en estado larvario, son muy frágiles ante depredadores como arañas, lagartijas, hormigas o pájaros.

La mantis religiosa devoradora de insectos

mantis religiosa devoradora de insectos

Su color le permite jugar un poco de camuflaje en medio de la vegetación ya que aprecia especialmente los pastos altos, los barbechos, los terraplenes ... Las presas que caza son para comer, las devora gracias a a su trituradora de boca. Por tanto, se alimenta de diversos insectos como moscas, saltamontes, mariposas, langostas, chinches, abejas ... Pero también caza por naturaleza.

A pesar de su rapidez para desplegar sus patas armadas, la mantis religiosa no ataca a los humanos y si, durante el manejo, muerde, no es venenosa. Así que si te encuentras con alguno en tu jardín, deja que se deshaga de algunos bichos, porque a pesar de su gran tamaño, no es una plaga y no hará ningún daño.

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