Epilepsia en perros: causas, síntomas, tratamiento y prevención

Las convulsiones epilépticas en perros suelen ser impresionantes y no siempre es fácil saber cómo reaccionar. Causas, síntomas, tratamiento, prevención, nuestros especialistas responden a todas tus preguntas para ayudarte a afrontar mejor estos eventos.

Epilepsia en perros: causas, síntomas, tratamiento y prevención

¿Qué es la epilepsia en perros? Cuales son las causas ?

La epilepsia es una enfermedad causada por trastornos funcionales del cerebro. Se manifiesta por convulsiones, la mayoría convulsivas. Para que un perro sea diagnosticado con epilepsia, debe haber tenido varias convulsiones. No son las convulsiones en sí mismas las que son peligrosas para el animal, sino su repetición.

Hay tres formas de epilepsia y varios tipos de convulsiones.

Epilepsia estructural, intracraneal, secundaria o sintomática

Esta es una anomalía estructural en el cerebro del perro que puede desarrollarse a cualquier edad. Esta forma puede tener varios orígenes, como accidente cerebrovascular, defecto congénito, tumor, lesión cerebral o inflamación del cerebro. Cuando se ve afectado, el perro tiende a presentar otros síntomas, incluida la dificultad de coordinación y locomoción.

Epilepsia reactiva, encefalopatía extracraneal o reactiva

Es una anomalía sanguínea que afecta la función cerebral y puede ocurrir a cualquier edad. Puede ser consecuencia de una hipoglucemia, la presencia de un producto tóxico en la sangre o incluso una insuficiencia renal o hepática.

Epilepsia esencial, primaria o idiopática

Las causas de esta forma de epilepsia son difíciles de identificar, ya que es solo un funcionamiento anormal del cerebro. Sin embargo, sigue siendo el más común y afecta a casi el 5% de los perros. Ocurre en animales de 6 meses a 5 años y puede ser hereditario o genético; tiende a afectar a determinadas razas en particular. Se dice que es esencial o primario porque el perro generalmente no tiene una causa identificada.

Los diferentes tipos de ataques epilépticos.

Convulsiones generalizadas: se deben a una actividad eléctrica anormal dentro del cerebro y que afectan a todo el cuerpo del animal. Las convulsiones generalizadas ocurren con mayor frecuencia en el contexto de la epilepsia esencial. De perro a perro, los signos son variables y pueden ir acompañados de convulsiones. Hay dos formas:

  • Las convulsiones generalizadas o convulsiones de gran mal son las más comunes. Son muy impresionantes, pero no lastiman al animal. El perro comienza a perder el conocimiento y cae en una posición de lado. Luego pasa por una fase tónica donde se vuelve rígido y una fase clónica donde se agita, hipersaliva y es sacudida por espasmos. Esta última fase no debe exceder los 5 minutos a riesgo de presentar graves consecuencias para el animal; Por lo tanto, es imperativo llevarlo lo antes posible al veterinario. El perro puede, en esta ocasión, emitir heces o chorros de orina de forma incontrolada. Después de la convulsión, el perro está muy cansado y puede tener un paso tambaleante, estar algo desorientado y tener mucha hambre y sed.
  • Las convulsiones no convulsivas generalizadas, o pequeñas convulsiones , consisten en una pérdida repentina del tono muscular que hace que el perro se caiga y una breve ausencia en forma de pérdida del conocimiento durante unos segundos.

Convulsiones parciales o focales: esta es una disfunción de un grupo de neuronas en el cerebro. Estas convulsiones pueden manifestarse de varias formas dependiendo de la región del cerebro afectada. Pueden afectar el sistema nervioso vegetativo, el comportamiento del animal o su actividad motora. Nos distinguimos :

  • Convulsiones simples: el animal no pierde el conocimiento. Además, los síntomas afectan solo a un lado de su cuerpo.
  • Convulsiones complejas: el animal pierde más o menos el conocimiento. Su mirada está alterada, puede tener movimientos involuntarios o ladrar sin motivo aparente.

Las frecuencias de las convulsiones.

Las convulsiones pueden tener diferentes frecuencias:

  • Aislado: el perro sufre una convulsión en menos de 24 horas.
  • Agrupados: el perro tiene al menos dos convulsiones en el espacio de 24 horas.
  • Continuo: el perro presenta una serie de convulsiones continuas, en ocasiones sin poder recuperar el conocimiento. Estas crisis son muy graves y deben ser detenidas urgentemente por el veterinario.

¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia en perros? ¿Cómo diagnosticarlo?

De un perro a otro, las manifestaciones de los ataques epilépticos pueden variar. Desafortunadamente, esta enfermedad tiende a progresar con el tiempo. Así, si los primeros ataques en ocasiones pasan desapercibidos, su frecuencia aumenta con los años. Es la repetición de crisis lo que presenta un carácter peligroso.

Es difícil para un veterinario presenciar un ataque epiléptico porque no dura y es puntual. Por lo tanto, depende de usted observar a su perro con atención cuando se produzca la convulsión para poder darle un informe detallado de los episodios.

Hay tres fases en una convulsión epiléptica:

  • La fase que precede a la crisis: el perro se lame las chuletas, camina sin motivo, saliva, orina o vomita, muestra sus signos de estrés y preocupación. Esta fase a veces dura algunas horas o incluso varios días.
  • La fase de crisis: el perro tiene convulsiones, se pone rígido, se cae y echa la cabeza hacia atrás. Puede temblar, vomitar, ladrar, gemir, salivar, respirar rápido y / o con dificultad, tener movimientos involuntarios. Esta fase dura entre 1 y 5 minutos.
  • La fase que sigue a la convulsión: el perro está inmóvil, luego a menudo tiene dificultades para levantarse. Muy cansado, puede tener dificultades para moverse y controlar sus movimientos, de repente puede tener mucha hambre y sed y, a veces, puede estar temporalmente ciego. Dependiendo de la intensidad del ataque, puede durar unos minutos o varios días.

Para ser diagnosticado, será necesario un análisis de sangre para detectar cualquier infección o disfunción. El veterinario también puede realizar una resonancia magnética, una tomografía computarizada o un electroencefalograma. Si no se detecta ninguna anomalía, el diagnóstico se convertirá en epilepsia primaria o esencial.

¿Cuáles son los posibles tratamientos?

La epilepsia secundaria se puede tratar con relativa facilidad. Su veterinario le presentará las soluciones y realizará los tratamientos y procedimientos necesarios para la recuperación de su perro.

Por otro lado, no es posible curar la epilepsia primaria. Sin embargo, puede tratarse para aliviarlo y reducir su intensidad, duración y frecuencia. Luego, el tratamiento se administra de por vida para que el animal vuelva a una existencia casi normal.

El tratamiento de la epilepsia primaria se formula a base de moléculas con propiedades sedantes. Desafortunadamente, los efectos secundarios son comunes, desde somnolencia hasta debilidad muscular e intoxicación hepática. Por tanto, este tipo de tratamiento requiere un seguimiento periódico mediante análisis de sangre. De todos modos, se prescribe por etapas, con el fin de controlar la forma en que el perro reacciona ante él y acostumbrarlo con suavidad.

Es posible aliviar a tu perro con plantas con virtudes sedantes para sustituir el tratamiento si es mal tolerado o complementarlo si es insuficiente. Sin embargo, siempre busque el consejo de su veterinario.

Su perro puede vivir mucho tiempo incluso si tiene epilepsia. Basta darle el tratamiento adecuado, intervenir rápidamente cuando sea necesario y vigilarlo durante los ataques para que no se lastime.

¿Cómo prevenir la epilepsia en perros?

Las acciones adecuadas en caso de crisis

Prevenir una crisis es difícil, pero es posible adoptar los gestos adecuados para garantizar el bienestar de tu animal en cuanto se produce una. Estos son nuestros consejos.

  • Que no cunda el pánico: es impresionante, pero tu perro no siente dolor. Así que mantén la calma.
  • No intervenga durante la convulsión: No toque a su perro durante la convulsión ni intente sujetarle la lengua. No solo no puede tragarlo, sino que sobre todo te morderá.
  • Limita los estímulos que corren el riesgo de prolongar su estado de excitación neuronal: apaga pantallas, luces, música. Mantenga a los niños alejados y evite el ruido para mantener la habitación lo más silenciosa posible. No hables con tu perro, debe mantener la calma, incluso durante la fase de recuperación.
  • Asegure el área: asegúrese de que nada en su entorno pueda dañarlo. Coloque cojines para protegerlo si está cerca de muebles y asegúrese de que no se caiga de la cama o el sofá.
  • Calcula el tiempo de la convulsión: más allá de los 5 minutos de convulsiones o si las convulsiones se suceden sin recuperación, llama a tu veterinario urgentemente.
  • No dude en filmar una convulsión y luego mostrársela a su veterinario.

Las acciones correctas a diario

A diario, limite los factores desencadenantes.

  • Evite todo lo que pueda causar estrés, fatiga o fuentes de calor. Sácalo y dale de comer en horarios establecidos y evita los trastornos y cambios de su vida diaria. Dentro de la casa, favorece la calma.
  • Administrar el tratamiento en horarios fijos, sin olvidar, sin modificar ni interrumpir.
  • Esté atento a sus convulsiones: anote fechas, horas, duraciones y cualquier cosa importante.

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