Las principales enfermedades de los pollos: síntomas, tratamiento y prevención.

Varias enfermedades pueden afectar a las gallinas domésticas, siendo las más comunes la peste aviar, las enfermedades de Marek y Aujeszky, tifosis, coriza y coccidiosis. Como cualquier animal, también pueden verse afectados por gusanos intestinales y parásitos externos (piojos, sarna) que pueden provocar graves problemas de salud.

Descubra cómo reconocer estas enfermedades, tratarlas y anticiparlas, en particular mediante la vacunación y las normas esenciales de higiene.

Las principales enfermedades de los pollos: síntomas, tratamiento y prevención.

Enfermedad de Newcastle (plaga de aves)

Muy contagiosos y abrumadores, los casos de supervivencia son raros y a menudo hay que temer las secuelas. La "plaga aviar" corresponde a una septicemia brutal e incurable que una vez contrajo un pájaro. Los síntomas son fiebre alta, depresión, deshidratación acompañada de mucha sed, pérdida del apetito. Las gallinas afectadas suelen presentar plumas puntiagudas y trastornos respiratorios y nerviosos. Contra esta enfermedad terrible y mortal, es necesario poner en cuarentena a las personas afectadas para proteger a otras de la contaminación. Aunque no es posible un tratamiento curativo, afortunadamente existe una vacuna preventiva contra la peste aviar.

Enfermedad de Marek

Es una enfermedad del sistema digestivo que progresa por el desarrollo de tumores en ciertos órganos. Se produce una parálisis progresiva en las piernas y las alas, la cabeza permanece recta y rígida. Las gallinas afectadas se vuelven ciegas y la mortalidad es alta, especialmente en los adultos jóvenes que están particularmente expuestos. Las dificultades respiratorias y los trastornos digestivos pueden agravar los síntomas. Existe una vacuna para combatir la enfermedad de Marek, pero no es 100% confiable mientras no sea posible un tratamiento específico. Causado por un virus del herpes que se transmite por vía respiratoria, el contagio es rápido y difícil de combatir.

Enfermedad de Aujeszky

Esta enfermedad mortal tampoco se puede curar y requiere que los polluelos sean vacunados lo antes posible. Las gallinas infestadas deben sacrificarse para evitar la contaminación y evitar que sufran mucho. Los síntomas son temblores, somnolencia, disminución del apetito, tos intensa y dificultad para respirar. Las gallinas afectadas muestran una cresta azulada y púas. La enfermedad de Aujeszky se puede prevenir con una vacunación eficaz.

Tifus o pullorosis

La tifosis, que afecta a las gallinas adultas, y la pullorosis, que afecta a los pollitos, se propaga más en las granjas grandes. Se manifiesta por diarrea verde en las gallinas y amarilla en las crías, así como mucha sed y reducción de la puesta. El tratamiento consiste en mezclar permanganato de potasio con el agua, lo que generalmente permite detener la propagación y tratar algunas de las aves afectadas, aunque la mortalidad sigue siendo alta. Se trata de enfermedades infecciosas provocadas por la salmonela, que se transmiten de las gallinas a los pollitos y también a través de la basura, los alimentos y las bebidas contaminados. Por tanto, se recomienda una higiene rigurosa para evitarlos.

La coriza de las gallinas

Al igual que en los gatos, los síntomas comunes son dificultad para respirar, estornudos, secreción nasal y ocular, diarrea y pérdida de peso. Los ojos pueden hincharse antes de cerrarse por completo y las gallinas afectadas sacuden la cabeza para liberar sus fosas nasales. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos y aceite de hígado de bacalao, un fortificante natural que también se puede administrar durante períodos de muda y ataques parasitarios. También hay una vacuna disponible y muy recomendada porque el virus es contagioso y difícil de erradicar.

Coccidiosis, una enfermedad parasitaria

Esta enfermedad del intestino, provocada por protozoos, corresponde a una infestación parasitaria que puede provocar un estallido del intestino delgado y un debilitamiento extremo del animal, cuyos recursos nutricionales (alimentos y sales minerales) son explotados por parásitos. Los huesos de las gallinas enfermas se debilitan, lo que provoca dolor en las extremidades. Se observa anemia crónica y es posible que se presente diarrea. El uso de antibióticos y anticoccidios mezclados con alimentos suele ser un tratamiento eficaz si la enfermedad se detecta a tiempo.

Otros parásitos internos y externos de gallinas.

Los gusanos intestinales, los piojos y la sarna son parásitos que pueden debilitar la salud de las gallinas. Se encuentran principalmente en la reproducción al aire libre porque son transmitidos por insectos y el medio ambiente. Los gusanos redondos y los gusanos son parásitos internos que extraen nutrientes directamente de los intestinos de las gallinas. Se pueden evitar con un desparasitante dos veces al año. Los piojos, que se refugian en el plumaje, se pueden erradicar mediante un polvo insecticida adecuado.

La sarna en los pies, un parásito microscópico de la familia de los ácaros, se anida debajo de las escamas de los pies y deja costras blancas en los pies, que también pueden hincharse y deformarse. Luego es necesario cepillar las patas de la gallina con petróleo o glicerina yodada. Su prima, la sarna emplumada, se trata con un polvo de control de plagas y el gallinero debe limpiarse y tratarse por completo. Además, la limpieza y el mantenimiento regular del medio ambiente de las gallinas evitará muchas enfermedades y parásitos; También es recomendable observar y controlar su estado de salud todos los días, con el fin de detectar patologías lo más rápidamente posible.

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