Metritis en perros: descripción, síntomas, tratamiento y prevención

La metritis, también conocida como piometra, es una infección uterina grave que puede ocurrir en perras no esterilizadas. Este trastorno puede poner rápidamente en peligro la vida del animal, por lo que es importante saber reconocer los síntomas para poder actuar lo más rápido posible. Hagamos un balance de esta condición, sus posibles causas y los tratamientos disponibles.

Metritis en perra

Los síntomas de la metritis

La metritis es una enfermedad útero-genital cuyos síntomas suelen aparecer unas semanas después de que la perra se pone caliente. La primera señal de advertencia es la secreción de pus, de color marrón, en la vulva. La perra se lame abundantemente para aliviar la mucosa, que luego se irrita mucho. La siguiente etapa, sin duda, será el agravamiento de la infección que, si no se trata, dará lugar a una acumulación de pus en el interior del útero porque la perra ya no podrá eliminar las secreciones producidas por las glándulas. de la pared uterina.

En realidad, hay dos tipos de piometra:

La piometra de cuello abierto

Es más precisamente esta condición la que se llama metritis. En este caso, el cuello uterino está abierto y es posible observar secreción de pus de la vulva. Estos pueden ser de color variable y en ocasiones acompañados de sangre, lo que inicialmente puede hacer pensar que la perra está teniendo su celo. Por eso es importante tener en cuenta cuándo la perra estuvo en el último ciclo: si dicha descarga ocurre poco después del celo, existe el riesgo de metritis. Entonces es imperativo hacer un diagnóstico veterinario.

Piometra de cuello cerrado

En este caso, la infección es, lamentablemente, complicada de detectar, ya que la descarga no será visible. Sin embargo, otros síntomas pueden ponerlo en alerta, similares a los de la metritis de cuello abierto: la perra se lame, parece desanimada y, a veces, pierde el apetito. Sin embargo, la sed puede aumentar y beberá y orinará mucho. Pueden producirse diarrea y vómitos y la vulva enrojecida e hinchada como por el calor. Ocurre observar hinchazón del abdomen.

¿Cuáles son las causas de la metritis?

La metritis es un trastorno hormonal, cuya causa principal es la administración de la píldora anticonceptiva canina. Ésta es la razón por la que solo se ven afectadas las perras enteras (sin esterilizar). Otros tratamientos hormonales, los destinados en particular a interrumpir el celo, así como el aborto pueden ser la causa de la piometra. Por tanto, es necesario a toda costa evitar querer detener el celo de la perra de forma medicinal, haciéndola correr grandes riesgos. La solución más lógica y razonable es la esterilización si desea evitar el calor.

Factores agravantes

La edad del perro (generalmente más de 6 años) y los tratamientos hormonales son los dos principales factores agravantes de la metritis. Si el animal se somete a tratamientos térmicos repetidos, la afección puede desarrollarse en cualquier momento. Si la metritis no se trata, la condición del perro puede deteriorarse rápidamente hasta el coma. En última instancia, la piometra es una enfermedad mortal que hará que el animal sufra excesivamente mientras dure la infección.

La operación de metritis

Los tratamientos disponibles difieren según el momento del diagnóstico. Cuanto más tarde se detecte la metritis, menos efectivo será el medicamento y solo la cirugía puede detenerlo. Consiste en una extirpación total del aparato reproductor (ovarios y útero). Es el tratamiento "de elección" porque es radical, pero la operación es pesada y cara.

Para aumentar las posibilidades de supervivencia de la perra, la operación debe realizarse lo antes posible, pero se debe tener en cuenta que la anestesia presenta un riesgo en los animales que ya están debilitados. La convalecencia puede tardar de varios días a varias semanas, y la perra a menudo tendrá que permanecer en observación o incluso en estado de hospitalización con el veterinario.

Tratamiento médico de la metritis.

Si no opta por la operación, tenga en cuenta que el tratamiento farmacológico suele ser ineficaz: se trata de antibióticos pesados ​​cuyos resultados pueden ser decepcionantes porque no eliminan el riesgo de recurrencia en el próximo celo. (70% de riesgo si se conserva el útero). Este tratamiento generalmente se acompaña de inyecciones hormonales y / o fármacos destinados a abrir el cuello uterino para facilitar el "vaciado" y así evitar la rotura del útero y las complicaciones resultantes: peritonitis y septicemia. especialmente si los gérmenes pasan a la sangre.

Por lo tanto, sigue siendo muy recomendable la intervención quirúrgica, así como la esterilización preventiva. Esto también tendrá el mérito de limitar el riesgo de tumores mamarios y embarazos nerviosos, trastornos comunes en toda la perra después de cierta edad.

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