Gastritis en gatos: síntomas, tratamiento y prevención

La gastritis es una inflamación de las membranas mucosas del estómago del gato, que puede tomar una forma aguda (puntual) o crónica. Es una de las dolencias más comunes en los gatos porque hay muchas cosas que pueden desencadenarla.

Aprender a reconocer los síntomas permite reaccionar rápidamente y así evitar la instalación de gastritis crónica. Además, la gastritis puede tener causas más profundas como la diabetes o la presencia de una úlcera.

Gastritis en gatos

¿Cuáles son las causas de la gastritis?

Este daño gastrointestinal puede tener múltiples factores en su origen, como una mala alimentación, un cambio brusco de dieta, intoxicaciones alimentarias, absorción de un cuerpo extraño, presencia de parásitos intestinales ... Estrés, la diabetes, las enfermedades bacterianas o virales y la toma de medicamentos antiinflamatorios (corticosteroides) son otros factores desencadenantes.

La absorción de plantas o productos tóxicos (productos de limpieza, pesticidas ...) también puede estar implicada en la aparición de gastritis aguda, que luego puede acercarse a un caso de intoxicación. Por todo ello, la consulta veterinaria es necesaria para poder valorar la gravedad de la enfermedad y sus causas gracias a exploraciones en profundidad: palpación abdominal, fibroscopia, biopsia ... El veterinario también te preguntará sobre la dieta de tu animal. .

Síntomas de gastritis en gatos.

El primer signo clínico de gastritis es la aparición de vómitos agudos y repetidos. Estos deben distinguirse del rechazo leve de alimentos que puede seguir a la ingestión de alimentos en mal estado o mal digeridos. En el caso de la gastritis aguda se pueden observar por tanto vómitos repetitivos, violentos y dolorosos, que pueden contener sangre e incluso rechazar la bilis una vez vaciado el estómago de su contenido.

A menudo se acompaña de disminución del apetito y pérdida de peso si no se trata. El gato también intentará tragar hierba para aliviar el dolor de estómago, y su estado general puede deteriorarse rápidamente: entonces notaremos signos de fatiga, depresión y deshidratación. El primer reflejo a tener es, por tanto, dar abundante agua, y si el gato se niega a hidratarse, consultar cuanto antes, si es posible durante el día.

¿Gastritis aguda o gastritis crónica?

Estas dos formas de gastritis se distinguen por la naturaleza persistente u ocasional de los síntomas observados. En el caso de la gastritis crónica, que en sí misma puede ser el resultado de una gastritis aguda mal tratada o desatendida, el gato vomita repetidamente, pero no de forma continua, es decir que los síntomas se manifestarán de forma cíclico y el animal no necesariamente muestra una pérdida de peso significativa.

Esta forma de la enfermedad puede ser indicativa de otra afección más o menos grave: diabetes, trastornos tiroideos, alergias, úlcera de estómago, tumor, etc. La atención veterinaria sigue siendo necesaria para diagnosticar la causa y determinar el tratamiento adecuado. Luego se realizará una endoscopia para visualizar el estado del revestimiento del estómago y ajustar el tratamiento de acuerdo con la etapa de progresión de la enfermedad. Para la gastritis aguda se le dará un tratamiento puntual así como una dieta adaptada para reducir la inflamación.

Tratamientos para la gastritis felina

En casa, una primera solución es poner al gato a dieta y ofrecerle una bebida con regularidad. Si vomita el agua inmediatamente, dele un trago pequeño durante unas horas y corte toda la ingesta de alimentos. Si nota alguna mejoría, reanude la dieta en pequeñas dosis y evite dejar salir a su gato, ya que existe el riesgo de consumir marihuana que podría, a pesar de las apariencias, empeorar la gastritis. Si los vómitos continúan después de 24 a 48 horas, es fundamental consultar al veterinario al día siguiente. Este último tratará la gastritis con medicamentos para evitar que la acidez actúe en el estómago; Se puede administrar un vendaje gástrico para proteger la mucosa, y se administrarán antibióticos si es necesario (en caso departicipación bacteriana).

Es posible que se realice un análisis de sangre y una ecografía del abdomen. Si el dolor es intenso, el veterinario puede inyectar un analgésico posiblemente junto con la administración de un ansiolítico si el gato está muy agitado. Si se sospecha una úlcera, se deben considerar exámenes adicionales de inmediato.

¿Cómo prevenir el riesgo de gastritis?

Para evitar la exposición al riesgo de gastritis, debemos poder asegurarnos en la medida de lo posible que el gato no coma nada, ¡lo cual puede complicarse si tiene acceso al exterior! Debes prestar especial atención a las plantas tóxicas para los gatos (geranio, filodendro, narciso, lirio de los valles, pimiento ...) y no ofrecerle comida en mal estado. Se deben seguir algunas reglas higiénicas básicas: no alimentar a varios animales en el mismo plato, lavarse las manos después de tocar un animal, etc.

Cualquier cambio en la dieta debe hacerse de forma gradual, ya que algunos gatos sensibles pueden reportar malestar estomacal si la transición es brusca, incluso si la comida es de buena calidad. Por último, la prevención periódica contra los parásitos externos e intestinales es fundamental, ya que las lombrices pueden ser la causa de la inflamación de las mucosas y las pulgas pueden transmitir los huevos de tenia a los gatos. Por tanto, se recomienda desparasitar a tu gato de dos a cuatro veces al año, especialmente si sale y está cerca de otros animales.

Artículos Relacionados