El jardín inglés

El jardín inglés se opone completamente al estilo jardín francés muy estructurado, por su disposición y sus formas irregulares. Toma el punto de vista contrario, tanto estética como simbólicamente, proclamándose ante todo paisaje y pintura. Por este rechazo de la simetría y por tanto de los códigos, se convirtió en un símbolo de emancipación frente a la monarquía y sus representantes, especialmente bajo la Revolución Francesa, cuando la influencia francesa predominó hasta entonces.

Jardín inglés del Petit Trianon en Versalles

La naturalidad del jardín inglés

La prioridad de los diseñadores de la época ya no era controlar la naturaleza sino disfrutarla. El jardín inglés, por tanto, tuvo que responder a una estética que favoreciera el redescubrimiento de la naturaleza en su aspecto salvaje y poético. Esta concepción abrumaría a Europa. En Versalles, por ejemplo, se creó un jardín inglés en el Petit Trianon para la reina María Antonieta. Colinado con colinas artificiales, incluye un pequeño lago, una cueva y un mirador.

Así, desde principios del siglo XVIII, los jardines de estilo inglés se caracterizaron por caminos sinuosos que se abrían a pintorescos miradores, donde un pintor solía depositar voluntariamente su caballete. Por tanto, no es de extrañar que sus diseñadores sean con mayor frecuencia pintores, como William Kent (1685-1748), que fue su precursor. Al igual que en una pintura, buscamos el equilibrio de volúmenes, la variedad y armonía de colores y materiales vegetales con árboles raros con follaje colorido, troncos torturados, céspedes, arroyos, estanques, prados o precipicios. La perspectiva atmosférica tiene prioridad sobre la óptica. Las imperfecciones de la naturaleza, por tanto, se explotan y no se corrigen: es la reconstrucción de un paisaje salvaje o incluso anárquico en su estado natural.

Así encontramos en estos jardines ingleses una asociación de diversas especies ornamentales de diversas formas y colores, arbustos, matorrales, rocas, estatuas, bancos. La ruta no está señalizada: el paseo por un jardín inglés deja mucha sorpresa y descubrimiento. No hay callejones rectilíneos que guíen los pasos del caminante sino una especie de "vagabundeo poético". El jardín inglés es, en definitiva, una pintura viva. Las camas se crean en forma de S, con medios bucles no simétricos pero de dimensiones desiguales.

Hoy en día, siendo el área de jardines privados bastante pequeña, es más difícil crear este tipo de composición imponente dejando un gran lugar para la fantasía natural.

Las plantas típicas del jardín inglés

Las plantas típicas del jardín inglés

Las rosas antiguas, muy fragantes, son prerrogativa de los jardines ingleses junto con plantas herbáceas bienales o perennes que crean macizos ricos en color y duraderos.

Las anuales insertadas en macizos de flores crean una abundancia de flores y colores, con volúmenes variados. En cuanto a las plantas trepadoras, entrelazadas, libres para cubrir cualquier soporte que se ponga a su disposición, también son inseparables del jardín inglés.

Dentro de esta rica y variada vegetación, los insectos polinizadores y otros beneficiosos auxiliares para el jardín estarán en el cielo y encontrarán refugio en este jardín inglés que será el crisol de la biodiversidad esencial. Los espacios diferenciados de este tipo de jardín, a veces rodeados de setos libres, ofreciendo flores, bayas, aromas, permiten trazar líneas pintorescas y espacios que invitan a la serenidad y la intimidad.

Casa de campo inglesa y jardín

Algunos jardines ingleses famosos

  • Jardin du Petit Trianon en Versailles, magistralmente restaurado entre 2000 y 2007
  • Jardín público de coñac
  • Jardín inglés del castillo de Compiègne
  • Jardín inglés del castillo de Chantilly
  • Jardín del Parc Monceau en París
  • Parque Tête d'Or en Lyon
  • Parque Ermenonville
  • Jardín inglés de Dinan
  • Castillo de Fontaine-Henry
  • Pintoresco jardín del Château de Méréville.

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