¿Cómo puedo saber si mi perro tiene dolor y dolor?

Cuando su perro siente dolor en algún lugar, su comportamiento puede cambiar. Ciertos signos físicos y psicológicos se sienten y deben alertarlo. Sea consciente de estas pequeñas variaciones, a veces leves, para reconocer el sufrimiento de su animal y actuar rápidamente si es necesario. Estos son nuestros consejos para ayudarlo a detectar un posible dolor en su perro.

¿Cómo puedo saber si mi perro tiene dolor y dolor?

¿Cuáles son las señales que deberían alertarlo?

Si su perro siente dolor en cualquier lugar, es posible que muestre signos físicos y de comportamiento.

Síntomas físicos

  • Gemidos: si tu perro gime o se queja en tu presencia o cuando está solo y este no es su hábito, puede que busque mostrar dolor o malestar. Algunos perros de hecho gritan ante la angustia del dolor.
  • Lamiendo: un perro con dolor tenderá a lamer la extremidad o la parte de su cuerpo que le duele. Esta actitud, a menudo excesivamente compulsiva, está destinada a ser tranquilizadora. Si nota este comportamiento, verifique que su animal no esté herido, sin riesgo de que lo lastime o lo muerda. Si no hay signos externos, el dolor puede ser interno o puede ser el tema de TOC o trastorno convulsivo obsesivo. Un perro estresado puede presentar TOC y lamerse hasta hacerse daño.
  • Inquietud: un perro con dolor no siempre sabe en qué posición acomodarse. Suele levantarse, acostarse o sentarse, cambiando de posición regularmente, como si buscara la que le causa menos dolor.
  • La mirada triste: si tu perro está enfermo, su mirada cambia y expresa su sufrimiento. Tiene mirada triste, puede tener los ojos enrojecidos o las pupilas dilatadas, puede frotarse los ojos o tratar de cerrarlos… tantas señales que deberían alertarlo.
  • Jadeo: si su perro comienza a jadear excesivamente, puede estar sufriendo de dolor interno en los pulmones o el corazón, o tener una sensación de dificultad para respirar. Estos signos son también los de un estrés que angustia al animal.
  • Cojera: si tu mascota cojea, es un signo de dolor en una extremidad. La cojera puede deberse a dolor o una fractura, pero también a la formación de cáncer de hueso u osteosarcoma.
  • Cola baja: el perro con dolor tenderá a moverse con la cola baja o incluso la cabeza baja. Si está acostumbrado a tener la cola en el aire y un andar alegre y flexible, estas señales deberían alertarlo.
  • La posición de oración: cuando su perro está en posición de oración, con las patas delanteras en el suelo y la parte superior del cuerpo inclinada hacia adelante, generalmente expresa dolor de estómago.

Síntomas conductuales

  • Fatiga y desaliento: si su mascota tiene dolor, puede parecer abatido o cansado. Suele estar postrado, se aísla en un lugar tranquilo y apartado o, por el contrario, busca tu atención pidiendo tu ayuda. Si duerme mal debido al dolor, puede experimentar problemas para dormir, lo que interrumpe sus horarios habituales de siesta.
  • Pérdida de apetito: si tu perro se enfurruña en su plato o se niega a alimentarse, es un signo preocupante, sobre todo si lo que disfruta es su dieta habitual. Esta pérdida de apetito puede tener varios orígenes, como el estrés o la preocupación por un cambio, o puede ser el resultado de un dolor o una enfermedad que le impida moverse o comer lo suficiente.
  • Agresión e irritabilidad: un perro con dolor puede negarse a que se le acerque o lo toque. Si este es el caso, de repente cuando no está en el hábito del animal, tienes que preocuparte por eso. El animal gruñe para mostrarte que se niega al contacto, debido al dolor. También puede negarse a salir, seguirte o jugar.

¿Qué hacer cuando aparecen estos signos?

No dejes que el dolor se apodere. Si su perro no está acostumbrado a quejarse o si encuentra que su comportamiento realmente está cambiando, debe tomar medidas porque el perro es mucho más resistente que los humanos. Si muestra dolor, tiene mucho más dolor del que podríamos soportar.

Lo primero que debe hacer es consultar al veterinario. El especialista buscará aliviar eficazmente el dolor para la comodidad y bienestar del animal, pero también determinar su origen. De hecho, el perro puede tener dolor debido a una lesión o fractura, pero también a causa de una enfermedad.

No dejes que tu perro sufra por ningún motivo. El veterinario siempre podrá encontrar la forma de aliviarlo, ya sea por vías medicinales tradicionales, o bien dirigiéndote a otras terapias como la fitoterapia, la osteopatía o la acupuntura.

Actúe ahora, porque algunas enfermedades graves, como el cáncer, provocan un gran dolor. Desafortunadamente, cuando ocurren, la enfermedad ya está muy extendida. Por otro lado, una lesión o fractura puede infectarse o volverse más complicada y peor. El dolor crónico tiene consecuencias sobre el estado de salud del perro y puede afectar su sistema inmunológico debilitándolo de forma permanente. Ante el dolor, algunos animales también desarrollan un sentimiento de estrés y angustia que se vuelve recurrente, llegando hasta la depresión.

Cómo actuar cuando tu perro tiene dolor

Mientras esperas para ir al veterinario, cuida a tu perro creando un espacio tranquilo y silencioso, sin mucho calor ni corrientes de aire. Déjelo descansar tranquilamente, sin tocarlo si no quiere, y evite el contacto con los niños.

No le dé a su perro analgésicos ni ningún tipo de medicamento (incluso el tratamiento ya recetado en el pasado). Algunos remedios son venenosos para los perros.

Si el dolor es severo, dele a su perro un poco de gránulos de homeopatía, especialmente Arnica 5CH, a razón de 3 gránulos cada 15 minutos.

Ayude a su mascota a comer y beber si tiene dificultades para moverse o alcanzar su plato. Si puedes llevarlo, déjalo en el coche para ir al veterinario. De lo contrario, haga todo lo posible para facilitar el acceso.

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