Poda de mantenimiento de la vid

La vid ( Vitis vinfera ) es una planta muy robusta que crece con igual vigor. Este crecimiento requiere un mantenimiento muy regular dividido en varias intervenciones que se llevarán a cabo en un orden preciso. Sin embargo, esta poda de mantenimiento debe distinguirse de la poda de finales de invierno que condicionará la próxima cosecha.

Poda de mantenimiento de la vid

Desbroce de la vid

Primero viene la brotación que consiste en eliminar el exceso de brotes. ¿Cuándo sabemos que un rodaje no tiene cabida? No es muy complicado, basta con saber contar hasta 2. Cada plato debe tener sólo 2 cogollos, uno destinado a ser fructífero y el otro a sustituir. Cortar a ras todas las ventosas que midan entre 6 y 10 cm.

Para que su vid mantenga una silueta equilibrada, elimine de manera similar todos los brotes que crecen entre 2 espuelas.

Pellizco de la vid

El pellizco , que practicamos en junio, es limitar el crecimiento de brotes en longitud. Las ramas de reemplazo deben pellizcarse después de la floración a 50 cm de largo, esto les permitirá ser más fuertes y vigorosas. Las ramas fructíferas deben pellizcarse antes de la floración, con dos hojas por encima del segundo racimo, entonces serán más productivas. Al mismo tiempo, puede eliminar los zarcillos que se desarrollan en las ramas fructíferas, que se volverán problemáticos durante el invierno.

Entrenamiento de la vid

Luego viene el enrejado . Los brotes conservados deben estar entrenados para que se sujeten correctamente al marco y así aprovechar al máximo el sol. Para que la uva tenga las mejores condiciones posibles, es práctico entrenar primero los árboles frutales, luego adaptar la posición de los sustitutos para que no lleguen a dar sombra a los racimos de uva.

Deshojado de la vid

Finalmente, cuando llega el final del verano, un mes antes de que maduren los frutos, llega el momento de retirar las hojas . Consiste en retirar todas las hojas que ocultan los racimos del sol. El deshoje de las hojas debe hacerse de forma gradual y con moderación. Como las uvas tienen la piel muy fina, la exposición a demasiada luz solar podría quemarlas profundamente.

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