Poda de árboles frutales: ¿cuándo y cómo?

Un árbol frutal siempre es muy popular en un jardín. A menudo se olvida, pero podar su árbol frutal le permite disfrutar de una producción de fruta óptima y más abundante. También ayuda a limitar el riesgo de infección o propagación de enfermedades. Este tipo de poda consiste en aligerar el árbol de sus ramas muertas, pero también en equilibrar el peso de futuros frutos sobre el árbol.

Poda de árboles frutales

¿Cuándo podar árboles frutales?

El período de poda varía según se trate de fruta de pepita o de hueso. De hecho, para estos dos grupos la formación de las yemas no es la misma. Por tanto, es lógico que el crecimiento de los tallos también sea diferente.

Árboles de pepita:

En este tipo de árbol, las ramitas pueden dar frutos varias veces (hasta dos o tres veces). La poda debe realizarse antes de la subida de la savia, en el período en que su actividad es mínima, es decir, durante el invierno. La elección de este período permite una mejor curación del árbol.

Árboles de piedra:

Para este tipo de árbol, después de haber producido frutos, las ramitas se vuelven permanentemente estériles. La poda también se puede hacer en invierno, pero indica que el riesgo de un ataque de parásitos es mayor. Por lo tanto, los árboles de piedra generalmente aprecian más la poda durante la cosecha. Después de la cosecha, puede deshacerse del árbol de algunas ramitas, ya que estas nunca volverán a dar frutos.

¿Cómo podar árboles frutales?

Al igual que con cualquier poda, realice una limpieza inicial aproximada eliminando las ramas que estén muertas o demasiado dañadas para sobrevivir. También retire cualquier fruto seco o muerto que no haya caído de la rama.

ventilar las ramas de los árboles frutales

Luego haz un raleo para que el centro del árbol también se beneficie de su dosis de luz. Este paso consiste en quitar todas las ramas que apuntan hacia el interior del árbol, manteniendo solo las que apuntan hacia el exterior y que irán más fácilmente al encuentro de los rayos del sol.

También hay que pensar en revivir las ramas conservadas para que salgan con más vigor. Por lo tanto, corte su extremo para que la savia se distribuya de manera más uniforme en las ramas laterales. El plegado de estas ramas también permite, al reducir su longitud, evitar que se formen frutos en el extremo de la rama, que generalmente es demasiado frágil para soportar su peso. Siempre debe cortar por encima de una espinilla y de forma limpia, para facilitar la curación.

Artículos Relacionados