Identificación del gato: ¿chip o tatuaje? ¿Es obligatorio?

La identificación es un paso importante a la hora de adoptar un animal, ya sea un perro o un gato, al igual que las vacunas y la esterilización. Además de la obligatoriedad legal de este trámite, la asignación de un número único a tu acompañante aumenta considerablemente las posibilidades de ser encontrado en caso de fuga o robo.

Por lo tanto, si su gato es acogido por un individuo, encontrado en un accidente, confiado a la policía o llevado al depósito, puede ser contactado inmediatamente después de leer el tatuaje o el microchip. Entonces, ¿cuál es la mejor opción entre estos dos medios de identificación y cuáles son los pros y los contras?

Identificar un gato con un microchip o un tatuaje

¿Por qué se requiere la identificación del gato?

Desde 2012, cualquier gato doméstico mayor de 7 meses debe ser identificado mediante microchip o tatuaje . Esta medida permite tener visibilidad estadística sobre la población felina en Francia, incluso si muchos gatos siguen sin ser identificados por sus dueños hasta el día de hoy.

Sin embargo, tener tu animal identificado proporciona una seguridad significativa en caso de desaparición, fuga, robo, accidente, y es fundamental si planeas viajar al extranjero con tu gato, o incluso obligatorio en determinados países. Desde el punto de vista legal, la identificación también es obligatoria antes del traslado de un gato, tanto para profesionales como para particulares. Entonces, si tu gatito tiene una camada y quieres vender o incluso regalar los gatitos, más allá de los siete meses, necesitarás identificarlos.

Si los gatitos son más jóvenes, ten en cuenta que a priori no existe una edad mínima para la implantación de un microchip y todos los gatos deben llevar uno antes de salir de casa por primera vez. Además, la no identificación de un animal antes del traslado se sanciona con una multa de 750 €. Si prefiere dejar la identificación a expensas del futuro adoptante, el número de chip de la madre o el tatuaje deben aparecer en su anuncio.

Tatuaje, una práctica de identificación en declive

El tatuaje fue durante mucho tiempo el modo "tradicional" de identificación tanto para perros como para gatos. Su principal ventaja es su visibilidad inmediata, a diferencia del transpondedor, que requiere escanear el chip para obtener el número del animal. Por lo tanto, el tatuaje tiene el mérito de indicarle a cualquiera que encuentre a su gato que tiene un dueño. Sin embargo, tiene el inconveniente de que a veces se desvanece con el tiempo y, por lo tanto, se vuelve menos legible. Además, el tatuaje debe realizarse bajo anestesia lo que necesariamente aumenta el costo de la intervención en el veterinario. Por estas razones, se practica cada vez con menos frecuencia. El tatuaje se encuentra con mayor frecuencia en el interior de la oreja derecha del gato y se compone de tres letras y tres números.

¿Qué es un chip electrónico (o transpondedor)?

El microchip es la solución más práctica y rápida en la actualidad y ha reemplazado gradualmente a los tatuajes en los últimos años. Se trata de un minitranspondedor encerrado en una cápsula, que el veterinario inyectará entre los omóplatos del gato con una jeringa.

Contrariamente a la creencia popular, la inyección es casi indolora y el chip no es peligroso para el gato: no, no emite ondas y no corre el riesgo de moverse debajo de la piel. Incluso si no es doloroso, para mayor comodidad, la instalación del chip a menudo se realizará durante otra intervención que requiera anestesia, como la esterilización. Esto permite al veterinario "hacer todo al mismo tiempo" pero también evitar el estrés del gato. Después de la instalación, los datos de su gato se transmiten al I-CAD (Archivo Nacional de Identificaciones) y el número que lleva el chip permitirá rastrear al animal durante toda su vida.

El transpondedor se puede detectar mediante un lector especial que tienen todos los veterinarios, así como la gendarmería, la perrera y los refugios de animales. Cuando se lee el chip, el número de registro se muestra instantáneamente en la pantalla y, gracias a este número, se puede encontrar fácilmente al propietario en el Archivo Nacional. Por eso es fundamental notificar al I-CAD cualquier cambio en los datos de contacto. La única desventaja del microchip es que las personas no pueden leerlo, lo que puede llevar a la idea de que el gato es un gato callejero, por lo que se recomienda llevar un collar y una etiqueta para mayor seguridad.

Identificación de un gato: ¿dónde, cuándo, cómo? Cuanto cuesta ?

Cualquiera que sea el método de identificación previsto, es imprescindible que lo realice el veterinario. La instalación de un chip electrónico se puede realizar a cualquier edad, y tatuarse a partir de los 6 meses. Tenga en cuenta que esto último no es suficiente si planea viajar por Europa, ya que el transpondedor se requiere en varios países. Cuente de 60 a 70 € por un chip y de 50 a 70 € por un tatuaje sin anestesia, cuyo precio puede variar según las prácticas y las condiciones de intervención.

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