¿Cómo sé si mi gata está embarazada? Monitorear el embarazo

Crees que tu gata está esperando gatitos: ¿cómo estar seguro y cuáles son los puntos a comprobar durante la gestación? Para que todo salga bien, es necesario adaptar la dieta de la futura madre y ofrecerle ciertos elementos esenciales de confort. Además, se controlará su salud durante toda la gestación, en particular mediante visitas periódicas de seguimiento al veterinario.

¿Cómo sé si mi gata está embarazada?  Monitorear el embarazo

¿Mi gato está esperando bebés?

Los signos de gestación en la gata son más o menos evidentes; al principio, es posible que ya observemos un cambio de comportamiento. De hecho, la gata preñada suele ser más tierno de lo habitual y busca el contacto con su amo.

Sin embargo, este signo no siempre es obvio, especialmente si su gato tiene un temperamento tierno de todos modos. Entonces se puede prestar atención a otras actitudes características que surgen un poco más tarde en el embarazo, como buscar la reclusión y la tranquilidad. La futura madre entonces empezará a crear un "nido" a menudo en un lugar remoto de la casa y fuera de la vista (armarios ...).

Otro signo inconfundible es la aparición de náuseas y, a veces, disminución del apetito o incluso rechazo a la comida. Además de estos cambios de comportamiento, los cambios corporales indican que la gata está preñada: le crecerán las ubres, se le ensanchará la espalda y se verá ensancharse la pelvis y el vientre. Estos cambios suelen ser visibles a partir de la cuarta semana después de la cría. Para la sexta semana, el estómago y las ubres se habrán endurecido. En total, la gestación durará entre 64 y 69 días, o nueve semanas en promedio hasta el parto.

Control veterinario del embarazo

A partir de la quinta semana de gestación, es posible confirmar en el veterinario que la gata está embarazada. Realizará una ecografía para verificar la presencia de fetos y su número. Una palpación del abdomen por parte del médico también sirve para detectar el embarazo. A la sexta semana y no antes, el seguimiento se puede complementar con una radiografía que permita monitorizar el desarrollo de los gatitos. Este paso no debe realizarse antes ya que los rayos utilizados pueden interrumpir el crecimiento del feto. En este momento, podemos realizar el conteo de los más pequeños con mayor precisión, gracias a la calcificación de los huesos haciéndolos visibles en la radio.

Alimentando a la gata preñada

Desde el inicio de la gestación, las necesidades nutricionales del gato aumentan en preparación para la lactancia. Por tanto, el cambio de dieta debe realizarse de forma temprana con alimentos adecuados para gatas preñadas. El veterinario podrá informarle sobre una variedad de croquetas de alta energía. También es posible alimentar a los gatitos ricos en nutrientes a partir de la cuarta semana. El cambio debe realizarse de forma gradual para evitar problemas digestivos y las raciones deben aumentarse con el tiempo. Deje acceso constante a las croquetas, ya que la gata comerá en cantidades más pequeñas y con más frecuencia a medida que las crías crezcan. Por eso es fundamental dar comida a voluntad.

La comodidad de la gata preñada

La gata preñada necesita tranquilidad para prepararse para dar a luz en paz. A medida que éste se acerca, buscará el aislamiento y es hora de elegir el lugar donde preparar su nido. A continuación, puede instalar una caja de transporte sin su puerta, una caja abierta por un lado o una caja de arena cerrada comprada nueva para la ocasión. Asegúrese de que la jaula esté limpia y tenga una superficie lisa para que los gatitos no se lastimen.

También deberá asegurarse de que el nido esté protegido de corrientes de aire y lejos de los lugares por donde la gente pasa por la casa. Coloca un paño suave y fácilmente lavable dentro de la jaula así como trozos de periódico o papel absorbente para que el gato pueda preparar su nido como mejor le parezca. A pesar de todas estas precauciones, si alguna vez decide hacer su nido en otro lugar, es mejor dejar que lo haga para no causarle estrés. Coloque agua y comida cerca.

Desparasitación de la gata preñada

Este último punto es crucial porque los parásitos intestinales se transmiten fácilmente de la madre a la descendencia a través del útero. Además, pueden resultar peligrosos en la mujer embarazada porque pueden dar lugar a determinadas complicaciones. Por tanto, recomendamos desparasitarlo al inicio del embarazo. Asimismo, se debe vigilar de cerca la presencia de parásitos externos como pulgas y garrapatas porque pueden transmitir gusanos y enfermedades: pídele consejo a tu veterinario para poder configurar un tratamiento antiparasitario adecuado que no presente ningún peligro para los más pequeños.

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