El comportamiento de una gata preñada

Una gata preñada puede mostrar cambios de comportamiento poco después de la fertilización; estos signos indican que estuvo embarazada incluso antes del examen veterinario, aunque es la única forma de hacer un diagnóstico seguro.

Si su gatito no está esterilizado, puede aparearse tan pronto como alcance la madurez sexual y la aparición de estas pistas debería ponerlo en alerta.

El comportamiento de una gata preñada.

Madurez sexual en el coño

La gata es fértil desde la edad de su primer celo, que puede tener lugar a los cuatro meses, incluso si el promedio es de alrededor de seis meses. Fácilmente notarás que tu gata ha entrado en su período de celo gracias a los signos evidentes que lo acompañan: maullidos roncos y quejumbrosos, inquietud, comportamiento más cariñoso de lo habitual, postura característica que imita la del apareamiento, etc.

Los coños son generalmente sexualmente activos en el verano, entre la primavera y el otoño. Después del celo, que en ocasiones dura hasta dos semanas, la hembra entra en un período de calma de una semana a diez días, después del cual el celo comenzará de nuevo si no ha sido fertilizada. Si sabes que tu gata ha estado en celo y el próximo ciclo tarda en aparecer, es muy probable que haya conocido a un macho y se haya apareado con éxito si lo dejas salir durante su período fértil. . Para confirmar esta hipótesis, varios signos de comportamiento no se equivocan y muestran que está en gestación.

Signos de gestación en gatos

Los síntomas del embarazo en un gato son bastante fáciles de detectar siempre que observemos cuidadosamente sus cambios de comportamiento. Además de las modificaciones corporales, mostrará ciertas actitudes características durante las nueve semanas de gestación que la separan del parto. Desde los primeros días de embarazo, el gatito puede ser más tierno y buscar su presencia. Pero también puede, a la inversa, tener un comportamiento más distante y el deseo de aislarse. La gata preñada a menudo experimenta un cambio en su apetito, que puede aumentar o disminuir si sufre de náuseas y vómitos.

Hacia la mitad de la gestación, puede mostrar desinterés por sus dueños y otros gatos de la casa, buscando la tranquilidad por encima de todo, y pasará la mayor parte del tiempo durmiendo. Tendrá una actitud más distante en general, aunque te frote las piernas y te pida abrazos de vez en cuando. Algunos gatos pueden mostrar preocupación, inquietud e irritabilidad a medida que se acerca el nacimiento y comenzar a preparar un nido acogedor para recibir a sus crías.

Anidación en gatas preñadas

El comportamiento de anidación es el indicio más claro y característico de que el parto llegará pronto. El gato intentará crear un "nido" en lugares aislados de la casa como armarios, alacenas o el desván. Fuera de la vista, constituye una capa al disponer las sábanas, toallas y ropa que pudo encontrar en estos lugares. Si se le molesta en este punto clave de la gestación, puede experimentar estrés y "mover" el nido a otro lugar mejor escondido.

Es por eso que se recomienda anticipar su necesidad de anidar pensando en un lugar apropiado y proporcionando una caja de cartón forrada con trozos de tejido. Una toalla o manta colocada en la parte inferior hará que el nido sea cálido y acogedor, lo cual es una buena forma de animar al gato a acomodarse.

Ofreciéndole un lugar de anidación de esta manera, se puede evitar el estrés de la futura madre, pero puede suceder que ella prefiera instalarse en otro lugar para dar a luz a sus crías o cambiarlas en el último momento. En cualquier caso, déjela hacerlo y respete su necesidad de calma y privacidad durante la novena y última semana de gestación.

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